El arte de hacer una maleta reside en combinar tres variables: saber cuáles son las prendas que nunca fallan; elegir un par de piezas inesperadas para lucir en ese destino en el que seguramente variarán las reglas de estilo y mirar el armario con ojos de viaje.
Descubrir una nueva ciudad, aventura náutica o experiencia cultural. Es importante analizar cuáles son las expectativas para acertar con la lista de must-packs.
Mix denim y azul y piezas versátiles son la mejor opción para un viaje urbano en el que la discreción y el confort son la clave.
Disfrutar de una escapada cerca del mar impone un determinado código de estilo en el que el azul, el blanco y materiales como el algodón son incuestionables.
El nuevo citytrotter contemporáneo gusta de piezas que despunten en confort y distinción. Este verano el cuero es también una perfecta opción estival.