Elisa Sednaoui y Noah Mills son los editores invitados en un número especial dedicado a la apertura del nuevo flagship store que Massimo Dutti acaba de inaugurar en la Galleria Alberto Sordi de Roma. Con ellos hemos compartido su especial relación con la ciudad eterna así como sus inquietudes más desconocidas.
“La ciudad despierta en mí gran curiosidad, simpatía y admiración”
¿Qué le sugiere la ciudad de Roma?
Descubrí Roma como un «lado diferente» de la Italia que conocía. Como italiana criada en el norte (un par de años en Milán, aunque la mayor parte del tiempo en los campos de la región de Piamonte, las colinas de trufas y Barolo), visité Roma ya como joven adulta, y de la mano del cine. La ciudad despierta en mí gran curiosidad, simpatía y admiración. Allí siempre me divierto. Para mí es asomarse por la ventana, dar un largo paseo, la belleza pura de los espacios amplios, la arquitectura, la historia secular que impregna cada una de sus piedras… La increíble cantidad de aves que sobrevuelan el Coliseo formando ondas y creando formas de nubes fascinantes…
¿Qué tres características cree que distinguen a Roma de otras grandes capitales?
Fue la capital del Imperio Romano (con todo lo que eso conlleva). La comida italiana es la mejor. Es Roma.
¿Qué papel ocupa actualmente la moda en su vida?
La moda es una constante en mi vida, y así lo ha sido desde que era una niña, ya que mi madre trabajaba en el mundo de la moda. Actualmente tengo el placer de colaborar con marcas que me gustan y, en ocasiones, también en iniciativas específicas vinculadas al proyecto social en el que he estado trabajando.
La mayor parte de su tiempo lo dedica a labores humanitarias. ¿Hay alguna con la que se sienta especialmente comprometida?
La fundación que creé y que dirijo para dar oportunidades educativas a niños de Egipto e Italia. Trabajamos para crear la estructura y los programas de estudio de centros culturales que imparten programas extraescolares para niños, centrados en las Artes, en el sentido más amplio, a saber, van de la interpretación a la fotografía, de la escritura y la redacción digital a la cocina, el reciclaje, la lengua inglesa y la alfabetización.
Básicamente, se trata de espacios físicos a los que los niños pueden acudir todas las veces que quieran semanalmente para poder recibir educación artística de alta calidad, de manera que esto les permita adquirir capacitación y crear competencias vitales sin abandonar sus localidades natales. Creemos que la «comunidad creativa» es un modelo que permitirá a las personas responsables de solucionar problemas del mañana poder abordar las cuestiones desde diferentes puntos de vista y encontrar las soluciones más relevantes y las que más enriquezcan a sus comunidades. A finales del año pasado, también comencé a trabajar con la agencia de la ONU para los refugiados, otra causa humanitaria que me afecta.
¿Qué país de los que ha visitado le ha causado una mayor impresión?
Visitar los asentamientos espontáneos de refugiados y comprobar las condiciones en las que la mayoría de refugiados viven actualmente en el Líbano, uno de los países en la frontera con el conflicto sirio. Previamente este país había soportado la causa palestina y, como sabe, sufrieron su propia guerra civil hace unos años. Una de cada cuatro personas que se encuentra actualmente en el Líbano es refugiada siria.
¿Ha tenido algún modelo para seguir en su vida?
Cualquier mujer o cualquier hombre que tenga el valor de escucharse a sí mismo, reconocer sus necesidades y deseos personales y concretos, y que se comprometa a lograr sus sueños. Admiro la capacidad de adaptación y de recuperación tras un fracaso y la de seguir adelante con la mente y el corazón abiertos.
¿Cómo imagina su vida en 10 años?
No tengo ni idea, y creo que me sorprendería…
¿Se identifica con la imagen que se ha creado de usted?
No tengo muy claro cuál es la imagen exacta que la gente tiene de mí; además, ha dejado de importarme ya. Me esfuerzo por mejorar, por ser más paciente, más empática, más altruista, una mejor profesional y socia, una mejor madre y esposa, pero al final, soy lo que soy. En la actualidad, y seguramente esto esté relacionado no solo con el hecho de que he evolucionado como persona y como profesional gracias a las diferentes experiencias que he vivido, sino también con que sea esposa y madre, he dejado de intentar «complacer» o querer «gustar» a todo el mundo. Me he dado cuenta de que en el pasado di demasiada importancia a lo que la gente pensaba, a costa de mi propia felicidad.
Resulta complicado caer en la cuenta cuando eres joven, ya que está relacionado con ser capaz de escucharse a uno mismo y saber lo que realmente quieres hacer. En lo que respecta a ser un «personaje público», creo que esto siempre ha tenido un efecto limitador en mí, ya que mucho giraba en torno a cómo «me veía». Tampoco me gustaba cuando los periodistas me describían como una superwoman, alguien que no es «creíble». No creo que sea justo.
Sin duda, soy muy afortunada y tuve mis oportunidades, pero también he sufrido lo mío, y he luchado por lo que quería, en todos los sentidos.
Como ya se ve, lo que ves es lo que hay. No me gusta perder el tiempo con mentiras (a pesar de que, por supuesto, de forma inconsciente, a veces nos mentimos a nosotros mismos…) y creo realmente en el Karma, es decir, dicho con otras palabras, creo en actuar con el resto de la forma en que nos gustaría que actuaran con nosotros.
