MASSIMO DUTTI
PITTI
Hiroshi Kitamura
“
Mi curiosidad se
centraba en la
cultura
occidental, cómo
relacionaban la
artificialidad
con la
naturaleza en la
vida cotidiana
”
Hiroshi Kitamura
¿Qué le atrajo de España para alejarse de su país de origen, Japón?
Al principio mi curiosidad se centraba en la cultura occidental, cómo relacionaban la artificialidad con la naturaleza en la vida cotidiana de la gente. Este fue el impulso que me llevó a vivir esta experiencia. España era una parte de la cultura occidental y, casualmente, al llegar a Barcelona me sentí muy cómodo. Por ejemplo, al ir al mercado de la Boquería vi verduras, pescados y arroz. Me di cuenta que en ese lugar podía vivir.
¿Cuáles son para usted los vínculos culturales entre los dos países?
En las fiestas populares vi como sacaban de los templos símbolos significativos que la gente cargaba encima de sus hombros y lo paseaban por todo el pueblo. En Japón hay fiestas parecidas que llamamos “dashi” y “mikoshi”. Por otro lado, en Cataluña tienen la “sardana” y los “castells” en los que todos participan, desde niños hasta ancianos. En mi país también tenemos algo parecido, “bon-odori”, en los que todos participan y bailan circularmente.
MASSIMO DUTTI
PITTI
Hiroshi Kitamura
“
El arte para
mi no tiene conclusión.
Mientras el
ser humano
sea, el arte
también será.
”
Hiroshi Kitamura
¿Cómo ve el futuro del arte?
El arte para mi no tiene conclusión. Mientras el ser humano sea, el arte también será. Cada época cuestiona cuál es el significado del arte; el arte es infinito, siempre está en gerundio.
¿Qué le atrae de cada rama que elige para dar forma a sus creaciones?
El ser humano desde antaño ha utilizado vegetales/flores como símbolos, también en las ofrendas. Las ramas son el extremo de la vida, renovación, expansión… El crecimiento está limitado pero la vida quiere seguir, renovarse. Herencia biológica, renovación fractal. Vida y muerte están vinculados permanentemente. Este ciclo vital es la base de mi obra. Mis ramas ya muertas cobran una nueva vida. La esencia de la vida, la belleza, es lo que quiero expresar a través de esta materia orgánica.
De las pinturas rupestres al arte con ramas de árboles… ¿Cómo se acercó a la creación naturalista y orgánica?
Durante unos cinco años he visitado por toda la península varios yacimientos de pintura rupestre. Mi interés no se centraba en qué pintaban sino más bien qué era lo que querían comunicar y cuál era su destino. Lo que percibí al estar en cada uno de estos lugares era la fuerza de la “bios” que transmitían sus pinturas, como un acto simbólico. Este comportamiento lo percibo como la base del arte (creencia, celebración…), la conciencia de ser. Cuanto más sencillo más transmite fácilmente.