Conocido por su atmósfera fresca y exótica, Le Jardin es uno de los lugares más preciados por los visitantes de Marrakech. Este restaurante se ubica en el patio interior de un riad construido en la década de 1960. Las mesas se entremezclan con sofás del mismo color aguamarina que el mosaico del suelo y una frondosa vegetación decora los laterales del jardín. La carta se adapta a todos los paladares y se compone tanto de platos tradicionales del país como de otras recetas europeas, todo acompañado con una selección de zumos de frutas de kilómetro cero.