Las esparteñas nos recuerdan que el verano está cerca y que la sencillez y la comodidad son el único mantra estético posible. Este calzado ligero, hecho de cuerda trenzada y de lona, originaria de España y cuyos orígenes se remontan al siglo XIII debe su nombre a la palabra « esparto », una clase de yute utilizado originalmente para fabricar las suelas. Existe una gran variedad de tipos de esparteñas, fundamentalmente divididas en dos clases: las que se ajustan con cintas y las que no.
Hoy, la tendencia dicta las segundas. En la actualidad es frecuente que la suela de esparto esté recubierta total o parcialmente de una fina capa de caucho, para protegerlas de la humedad y el desgaste.
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