Tras años de investigación, la práctica de Vanello explora la imbricación de entidades no humanas en los procesos de distribución de lo visible. Plantas, objetos inanimados, imágenes, afectos y energías son vistos como parte de un mismo todo orgánico, creando un isomorfismo entre fuerzas sociales y ecologías materiales. Al abordar la manipulación física como una herramienta conceptual, se entrelazan narrativas íntimas y ciclos materiales. A través de procesos como la evaporación, la alteración digital de imágenes, la compresión, la fragmentación y la absorción, la alteración como forma de abstracción se convierte en una manera de pensar a través de narrativas colectivas e individuales.