Un oasis protegido del bullicio veraniego en el que disfrutar la esencia de la auténtica Ibiza. Este hotel ocupa una finca payesa del siglo XVII rodeada de naturaleza intacta, con unos interiores rústicos y encantadores en los que destacan la piedra, los muros anchos y las vigas de madera. Aunque cada una de las 8 habitaciones es diferente, todas coinciden en desprender un aire acogedor y familiar. Su restaurante ofrece cocina mediterránea de mercado y de temporada, elaborada por Pau Barba, un chef formado en varios restaurantes con Estrellas Michelin como Abac y Les Cols.