En pleno barrio de Salamanca, este restaurante de arquitectura vanguardista está bañado en luz natural, no poca vegetación, y referencias escandinavas de los 60 y 70. Su carta está diseñada con criterios nutricionales y especialmente pensada para compartir y con opciones para intolerantes o diabéticos. Recetas caseras e ingredientes de proximidad. Entre sus especialidades: las croquetas de boletus y avellanas tostadas o el atún vegetal y ‘mustard cress’. De postre: su cheesecake vegana. Un espacio de lo más cool donde no resulta extraño encontrarse con la mismísima Gwyneth Paltrow.